Buenas intenciones

El Hombre Gris se alejó silente, observando lágrimas; lagrimas expulsadas por los ojos de un hombre joven mientras estrecha la mano de un igual maduro al cerrar un trato. El Gris sabe que no puede hacerlo pero, dejando a un lado aquello que se le es prohibido hurga solo un poco en la mente del hombre maduro,  descubre que aquel hombre entrado ya casi en la cincuentena no contó con oportunidades parecidas, y que hoy cuenta con ese poder decide ayudar de alguna manera a dibujar una vida, una línea de tiempo que brille por si sola en un posible futuro.

¿El camino al infierno esta pavimentado de buenas intenciones? Se pregunta El Hombre Gris mientras se pierde entre los autos y transeúntes de un atestado eje vial.

Deja un comentario